Ungüento de Resina de Pino, Aceite de Oliva y Cera virgen de Abejas

Con estos tres ingredientes dorados como la luz del sol elaboro uno de mis ungüentos preferidos. Es una receta sencilla, de las que vienen a darle la razón a uno de los pilares de mi filosofía de vida: ♥ menos es más ♥ . Sencillez, luz y pureza de la mano de la Madre Naturaleza.Los tres ingredientes:
Resina de pino: con ella el pino cicatriza sus heridas y en ese mismo sentido nos ayudará. Desinfecta, baja la inflamación, detiene sangrados… y purifica y protege. La recojo en mis paseos por el bosque, cuando se cruzan nuestros caminos.
Cera de abejas: preciosa sustancia fabricada por las abejas más jóvenes para salvaguardar un ambiente puro en los panales. Esta capacidad protectora sobre la piel será lo que aporte la cera a este ungüento, entre otras.
Aceite de oliva: oro líquido mediterráneo, el jugo del fruto del Olivo, árbol templado y pacífico, gran amigo del corazón… Aporta su poder emoliente, antioxidante y altamente sanador. Que sea el jugo puro, sin refinar.
1 parte de peso de resina de pino
1 parte de peso de cera de abejas
3 partes de peso de aceite de oliva
Al baño maría derretimos la cera y la resina, le damos el tiempo que necesite. Cuando licue la mezcla le añadimos el aceite de oliva. Así de sencillo.
Este ungüento es imperecedero, gozará de muy larga vida. Y es completamente comestible. Lo podremos aplicar en heridas, cicatrices, labios agrietados, como ungüento pectoral y reumático, o por el simple placer de ponernos en contacto con la energía liberadora del pino (entre muchas otras posibilidades).
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